Atmans - Kenia Kamundu

Notas de cata:  Limón, crema de melocotón, chocolate

Este lote lavado y de primera calidad AA, pertenece a la finca Kamundu en Kiambu, Kenia. Kamundu es una finca cafetalera de 155ha fundada por colonos británicos, pero ahora es una de las seis fincas propiedad de y operadas por Sasini, una empresa que cotiza en bolsa con participación mayoritaria keniana. Las fincas de Sasini han priorizado desde hace tiempo la equidad y la comunidad. En el caso de los trabajadores, esto implica proporcionar alojamiento, educación infantil temprana, afiliación sindical y un salario garantizado superior al salario mínimo. También han podido invertir más en la escuela primaria local Njenga Karume. Esto se ha logrado principalmente mediante la construcción de un nuevo laboratorio de informática para dotar a los estudiantes de las habilidades necesarias para maximizar sus oportunidades en un mundo cada vez más digital. El condado de Kiambu se encuentra a las afueras de la ciudad de Nairobi. La región tiene una larga historia de producción de café y es famosa por sus grandes fincas, fundadas originalmente por colonos británicos a principios del s.XX. Tras la descolonización, las fincas fueron vendidas a kenianos locales, quienes las han gestionado desde entonces. Si bien fincas como esta solían producir la mayor parte del café de Kenia, la creciente expansión urbana desde Nairobi, así como el aumento del valor de la tierra en la región, han significado que la producción de café en fincas ha disminuido gradualmente, mientras que la producción de pequeños productores en otros lugares ha aumentado. Sin embargo, fincas como estas continúan el legado de muchas generaciones de producción de café, respaldadas por un conocimiento y una experiencia locales inigualables. Kiambu tiene todos los ingredientes para que el café arábica prospere: está cerca del ecuador, tiene suelos semivolcánicos ricos en hierro, abundante sol y altitudes constantes de hasta 2000 msnm. Las frescas temperaturas nocturnas en estas fértiles tierras altas permiten que las cerezas maduren lentamente, desarrollando la acidez y la complejidad en la taza final.